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Lo alzo sobre él y con las fuerzas de su gran cuerpo cayo de espaldas, haciendo que su contrincante se estrellase sobre la lona; las cuerdas del cuadrilátero vibraron violentamente, mientras que el público emocionado no paraba de gritar su nombre; 1...2...3...estaba tan excitado que apenas ponía atención al ligero temblor de sus piernas, no existía nada más apabullante y estimulante que los gritos de cientos de personas, 4....5...6...se sentía como un rey, un Dios todopoderoso, y ese pedazo de mundo estaba a su merced, 7....8....9...el ring era su droga y el su eterno consumidor, pero el ring también tenía su lado oscuro, era traicionero; su enemigo se levantó antes del 10, aún tenía fuerzas para continuar; corrió hacia él con la intención de derribarlo de un golpe, pero ambos terminaron a sujetándose de los hombros, la fuerza de la presión ejercida los hacia tremular, pero su contrincante se deshizo de su agarre y se agacho rápidamente, a sujetando y empujando su pierna derecha con tal fuerza que cayó de espalda estrepitosamente, en ese instante de total debilidad, su enemigo lo giro como si fuese un muñeco de trapo y se sentó sobre su espalda, agarro con fuerzas su pierna derecha y empujo hacia atrás, provocándole un gran dolor, entonces los gritos se alzaron como un coro ininteligible, todo a su alrededor comenzó a girar, cerro sus ojos ante el mareo que sentía y a penas los abrió, se encontraba nuevamente en la habitación gris del doctor.
-y bien, adonde te fuiste? - pregunto el doctor
-a mi lugar favorito.
-pero no me contaste, ¿cuál era?, ¿deberíamos empezar de nuevo?
-no, no, debo enviarle un mensaje a Leo primero, o si no se va a enojar.
-¡quien es Leo?
-shhhh un amigo se cree dermatólogo.
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