De pronto sintió que sus pensamientos se llenaban de rumores, como si las voces, y el ruido de la ciudad se amontonaran en su cerebro, y aunque escucha con claridad cada voz de forma individual, no podía entender las frases que querían decir, aquel caos se fue vaciando a medida que, recobrada la conciencia, abrió sus ojos con dificultad, se sentía pesada y un poco ahogada por el humo que aún no se disipaba, todavía podía sentir el calor del fuego, calculo que al menos habían pasado dos horas desde la explosión, se incorporó lentamente, y solo así noto que había sido alcanzada por las esquirlas de la bomba, su cuerpo estaba herido por pequeños orificios repartidos entre sus brazos y piernas y aunque su sangre se escapaba de su carne, aun podía mantenerse estable; camino hacia los restos del auto, un Mercedes Benz AMG GT negro y confirmo con placer, que en su interior aún estaba se podía distinguir los restos humeantes de su dueño; saco de su blusa un maltrecho móvil y marco el primer número que salía en su agenda, al otro lado de la línea, se escuchó la voz temblorosa de una muchacha, preguntado si acaso era Eva quien llamaba, pero , ella solo le pudo responderle, que todo había terminado, para luego cortar la llamada y dejar un vacío entre ella y la muchacha.
Las sirenas comenzaron a sonar más cercanas, señal que debía partir, guardo el móvil y camino hacia la calle de enfrente donde un Fiat Argo le esperaba, monto en el carro y partió, mientras la gente aun corría y gritaba en el sitio de la explosión.
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