Mentiras







 El lugar era un antiguo galpón, que alguna vez fue parte de un gran edificio colonial, pero el olvido y las malas prácticas de las inmobiliarias, habían acabado con todo rastro glamoroso del edificio, sin embargo, el galpón aún era utilizado para todo tipo de eventos,  

 

Todos los días, al levantarse comenzaba la rutina del baño y luego frente al espejo el maquillaje, se vestía con lo primero que pillaba en su armario y partía a la misma rutina de trabajo, como todos los días, una carpeta llena de documentos la esperaba en su escritorio, al abrirla las fichas de cuatro individuos se desplegaban cada uno con características tan disimiles, pero que les unía solamente una, adultos mayores abandonas por sus familiares, como todos los días tomo la primera ficha, tomo su cartera y fue en busca de la anciana; al llegar, una pequeña casa de barrio la esperaba, la puerta se encontraba sin protección al igual que el antejardín, toco la puerta dos veces y una menuda anciana la recibió, se presentó como asistente social, y le conto todo el proceso de ingreso a un asilo de anciano, la menuda mujer escuchaba atentamente, mientras se deslizaba lentamente hacia la cocina en busca de un refrigerio, Adriana estaba satisfecha con su presentación, sabía de antemano la personalidad de la anciana , menuda, casa pequeña, interiores amoblados con colores blancos y marrones, adornos de porcelana y la actitud entre tímida y sumisa, le encantaba esta clase de personas, eran los más fáciles de convencer, no le tomaría más que un par de días, para que la anciana aceptara trasladarse al asilo, y ella tras haberla convencido de firmar los documentos, vendería la casa, acepto amablemente el refrigerio que la dulce anciana le ofrecía, era una especie de té helado, muy empalagoso, al primer sorbo sintió que su lengua hormigueaba y al rato, todo a su alrededor comenzó a girar, sentía que le faltaba el aire, trato de levantarse, pero su cuerpo pesaba demasiado, busco a la anciana con la mirada y la vio allí parada, no sabía si era por la droga pero su aspecto era mucho más joven. 

  • -¿Qué no eras una anciana? 

  • -¿Y tú una asistente social?, ¿señorita estafadora? 

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