Los hijos del Aquilón


“¿Qué es el tiempo? Es el resultado de la lucha entre el bien y el mal, los dos grandes principios que lo mueven todo...”

1


Oculto tras una cadena de nobles montañas, el gran bosque Artessos se alzaba como una mancha oscura y verdosa sobre la tierna tierra, se debía a que sus árboles de grandes ramajes cubrían el cielo impidiendo que la luz se colase , de sus entrañas nacía un río al que llamaban Tesso, siendo este el único limite natural de la región, un poco mas al norte donde el bosque solo parecía un tumulto de masa oscura, se extendia un gran espacio de pequeños árboles islas y grandes rocas esculpidas por el viento acompañados de un par de colinas que servían de frontera para los viajeros que evitaban pasar por el territorio de Artessos.

A unos tres días de viaje de aquel paisaje se encontraba el primer signo de vida humana, una posada de grandes dimensiones tallada en madera, su ubicación permitía que todos los caminos se cruzasen frente a ella por lo que servia como punto de encuentro y hospedaje a los fatigados viajeros, su dueño era Guram un hombre de contextura gruesa, parecida a un duende, sin pelos en la cabeza y de un rostro enrojecido por las bebidas, a su servicio se hallaban sus cuatro hijos, la primera era Aret, la mayor de todas y de contextura gruesa igual que su padre, el segundo Pitodorras era el único hombre de la familia, de ojos asustadizos, de contextura muy delgada y de labios carnosos, las dos ultimas Monon y Milian eran gemelas de bellos cuerpos y amables sonrisas, que siempre enamoraban uno que otro viajero.

Aquella noche la posada se hallaba en su limite de capacidad, había algo especial en el aire, algunos decían que llovería, pero otros sentían que era algo más, y fue que de golpe un jinete llego, vestido con cotas de mallas relucientes a grandes zancadas se abrió paso hacia el bar y pidió una cerveza mientras todos le observaban, Guram trato de socavarle su motivo de llegada, pero el hombre no hacia más que beber la cerveza, una vez vaciado el baso se paro en una silla y se dirigió al publico:
- escuchadme caballeros, montaraces y viajeros de lejanas tierras, como ya sabéis hay muchas personas que han estado emigrando del reino de Kuzdû, ya que esta bajo la maldición de las sombras, hace un mes atrás se encomendó a diez caballero la misión de ir haber lo que en ese reino acontecía, y se encontraron con que criaturas viles : trolls, y duendes se habían apoderado del reino, dirigidos por un extraño hechicero, solo uno pudo regresar y he sido yo, el hechicero llamado Somius desea expandirse, la guerra será inminente, por lo que os advierto, evitéis aquel país del norte y si lo deseáis uniros a los ejércitos de Haradth quien el mismo rey Felad ha prometido levantarse en armas si Kuzdhû amenaza la paz.
Al terminar esto el caballero le pago a Guram y se marcho con la misma prepotencia con que había entrado.
Los presentes de inmediato comenzaron a murmurar entre ellos durante un breve tiempo, fue entonces que Milli y Monon comenzaron a danzar alrededor de las mesas, para disipar la tensión, en ese mismo momento tres encapuchados que habían estado bebiendo en silencio, pidieron una habitación, Guram los llevo a través de una puerta al lado del mesón, donde detrás de la gran posada se alzaba una estancia de tres pisos repleta de habitaciones, los encapuchados se miraron entre si satisfechos, fue entonces que se largo a llover enérgicamente y antes de que pidieran reaccionar un montaraz apareció frente a ellos llevando en sus espaldas un bulto, inmediatamente Guram los guió al interior de la estancia, el hombre pidió el aposento mas alejado del resto y en él entraron todos los montaraces, junto con Guram:
- ¿Quién sois?._pregunto Guram.
- me dicen Zendal, el montaraz._dijo mientras se sacaba la capucha.
- pues vaya aparición que has dado Zendal._dijo el primero de los montaraz llamado Edulu.
- y quienes es el que traes?._pregunto otro llamado Aeri.
- le encontré en el bosque oscuro…-respondió mientras acostaba al guerrero, la armadura poseía hermosos tallados a manos al igual que el yelmo que cubría su rostro.
- las inscripciones no corresponden a ningún lenguaje humano ._dijo Gridi mientras observaba la armadura.
- ni pertenece a ninguna escritura elfica._contesto Zendal, mientras le sacaba la armadura del pecho, inmediatamente la sangre comenzó a brotar.
- Guram traedme agua cocida y unas vendas._dijo Aeri.

- las heridas son bastante profundas…_dijo Gridi mientras sacaba una hierbas de sus bolsillos.

- Gridi es un experto en heridas de guerra._le dijo Edulu mientras zendal le sacaba eñ yelmo.
Pero los guerreros se quedaron en silencio cuando Zendal logro deshacerce del yelmo descubriendo el rostro de una muchacha, Monon entro silenciosa a la habitación:
- veo que has encontrado a otra._dijo Monon a Zendal.
- la encontré en el bosque oscuro._mientras continuaba sacandole la armadura.
- ¡estas loco! ¿Y si ella es una criatura de aquel bosque?._dijo Monon.
- Monon algo en ese bosque me llamo y me obligo a entrar en él hasta que la encontré a ella._dijo Zendal.
- recuerda que tu eres mío._dijo lujuriosa Monon, antes de marcharse.

La puerta de la habitación se abrió de par en par, Guram traía a agua en una gran vasija, Aret le acompañaba trayendo vendas y ropa para la muchacha, solo entonces, los viajeros salieron de la habitación solamente Gridi, y Aret se quedaron para atender a la muchacha, Guram los llevo a la habitación contigua donde les servio cerveza y algo para comer:
- aquí tenéis caballeros, si me disculpáis iré a atender mi negocio._dijo Guram cerrando la puerta tras de si.
- después de tanto tiempo, compañeros nos hemos reunido en la misma posada._dijo Aeri.
- veinte años han pasado y henos aquí en extrañas circunstancias._comento Edulu.
- no entiendo ¿Cómo es que pudiste salir ileso del bosque?._pregunto Ari.
- oh mejor dicho cuéntanos como llegaste con el guerrero ._dijo pensativo Edulu.
- he estado haciendo viajes en el norte, ya sabéis los rumores que se comentan, evitando siempre tener que pasar por Kuzdhû, pues mi tiempo en el norte se habia cumplida y yo venia de regreso cuando una luz, algo así como un reflejo llamo mi atención, provenía Atrezzos, le seguí hasta dar con la muchacha._ contó Zendal.
- esto es intrigante, ¿por que las criaturas se alejaron?, ¿Qué hacia un guerrero en aquel bosque? Y mas aun ¿de donde es?._pregunto Aeri.
- las inscripciones no se parecen a ningún pueblo conocido._comento Zendal
- hay una magia mas fuerte, pues no es coincidencia que Zendal la haya encontrado._comento Aeris.
- si y que su aparición haya llegado junto con las noticias de Kuzdû._comento Edulu.

Comentarios